Genuina mezcla de esencias

Genuina mezcla de esencias

La historia de la danza en Cuba demanda una mirada abarcadora e intencionada para comprender las relaciones, interacciones y rupturas que se han producido a lo largo del tiempo entre géneros, subgéneros, estilos y manifestaciones. 

Resultado de un complejo proceso de síntesis y mezcla entre el bailarín y el bailador, la comprensión de los cruces entre culturas, así como la hibridación e innovación se antoja fundamental a la hora de formar a un receptor que sea capaz de disfrutar sin prejuicios este tipo de arte. 

El vínculo del público con las manifestaciones danzarias pasa de manera irremediable no solo por la familiaridad de este con aspectos teóricos vinculados a la creación, sino también con la aceptación de lo efímero como estética y la presencia de valores que perduran en la memoria de la sociedad.

Si bien es cierto que la memoria de nuestra danza se encuentra dispersa en el recuerdo de sus protagonistas y en buena medida depende de los enfoques que aborden el momento histórico, su relación con la etnología, la sociología, la antropología y la propia historia a partir de un contexto económico, cultural y social específico; el coreógrafo y bailarín Ramiro Guerra, ha logrado establecer pautas al respecto. 

Sin embargo, el propio fundador de la danza contemporánea cubana coincide con otros estudiosos cuando refieren la dificultad que encierra algo así debido a la dispersión y variedad de las manifestaciones y puntos de vistas. Todo ello, sin dejar a un lado la relevancia de las figuras que han protagonizado hechos y contribuido a la heterogeneidad de la manifestación. 

Como se ha de suponer, para abordar las raíces de la danza en el país hay que considerar la riqueza africana en las distintas regiones de la nación. Los elementos esenciales de las manifestaciones danzarías de origen lucumí, bantú y algunas otras culturas procedentes del continente negro, las de procedencia francohaitiana y otras tantas hay que ubicarlas desde la fusión y la formación de estilos territoriales propios. 

También se ha de analizar los bailes campesinos y sus características regionales a partir de las charangas y parrandas. Además de su estrecha relación con las congas, las comparsas y la rumba como los géneros principales de la danza contemporánea en Cuba cuentan con sus variantes y modificaciones locales. 

No se puede dejar fuera tampoco la interacción de los bailes populares con las fiestas de carácter religioso y su enriquecimiento con las influencias internas y externas. Vinculado a ello, se incluye las presentaciones danzarias en la escena teatral desde sus inicios hasta la actualidad, tanto con compañías extranjeras como con agrupaciones nacionales de diferentes géneros. 

La creación del Ballet Nacional de Cuba, sus figuras fundamentales, trascendencia internacional y el reconocimiento y desarrollo de la Escuela Cubana de Ballet merece un espacio especial, aun cuando no se debe dejar de reconocer la presencia de agrupaciones menos conocidas.

Aquí cobra relevancia la labor de Ramiro Guerra como impulsor de la danza contemporánea y moderna, lo cual se tradujo en la creación de una compañía y en la formación de bailarines en los distintos centros especializados del Sistema de la Enseñanza Artística. 

La diversificación de la danza folclórica, la formación del Conjunto Folclórico Nacional, los estudios del folclor danzario, su influencia cultural y la investigación al servicio de la danza ha favorecido el desarrollo de un grupo de jóvenes destacados en la creación coreográfica. 

Asimismo, cobran relevancia las figuras de la danza en todas sus manifestaciones y épocas, así como su aporte al sistema de enseñanza artística y a la presencia de bailarines cubanos en la escena internacional. 

La danza en Cuba haya, en definitiva, todo un cúmulo de experiencias que han dado lugar a un vasto universo cultural movido por la experimentación y la más genuina mezcla de esencias.

  

NOTA EDITORIAL

Este artículo de Haroldo Miguel Luis Castro apareció publicado en CUBAHORA, el 29 de abril de 2023, con el título:  ʺLa danza en Cuba, una genuina mezcla de esenciasʺ. 

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