Lilia Rosa López

Lilia Rosa López: voz imprescindible de la Radio Cubana

Por estos días se celebra la Semana de la Cultura del municipio Centro Habana, dedicada, entre otras personalidades e instituciones, a la destacada locutora de la Radio y Televisión cubanas, Lilia Rosa López, Premio Nacional de Radio, 2007.

Lilia Rosa López nació en la ciudad de Santa Clara, antigua provincia de Las Villas, y si bien cursó estudios de magisterio y periodismo en la Escuela Normal para Maestros de Santa Clara y en la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, respectivamente, la locución captó la atención e interés de la joven maestra y periodista, por lo que decidió dedicarse en cuerpo, mente y alma al recto ejercicio de esa noble profesión, fuente nutricia de ética, humanismo y espiritualidad.

Desde el triunfo mismo de la Revolución cubana, Lilia Rosa comienza a incursionar en el campo de la locución, radial primero y televisiva después. Desde los micrófonos de Radio Habana Cuba, Radio Progreso, Cubavisión y el Canal Educativo, la laureada locutora ha ido alcanzando poco a poco la excelencia profesional que la caracteriza e identifica en esos medios de comunicación social; en consecuencia, ha recibido varias condecoraciones y distinciones como estímulo a su fecunda trayectoria laboral y revolucionaria.

Sancristóbal de La Habana comparte con sus lectores la siguiente entrevista, que apareció publicada, hace ya unos años, en el Portal de la Radio Cubana:

Con una voz de impecables registros, pertenece al selecto grupo de las vanguardias del país; pero Lilia Rosa López, Lili, acumula otras cualidades, que la convierten en una compañera y amiga, respetada y muy querida.

Al investigar los comienzos y desarrollo de la radio de Santa Clara, encuentro su nombre. ¿Por qué comienza en la radio y que es lo primero que hace?

Comencé a trabajar en la radio por una verdadera vocación que se manifestó desde la niñez, al participar en numerosos programas infantiles, cantando y actuando en la CMHX, que dirigía el señor Salvador Almansa, de Santa Clara, mi ciudad natal. A los doce años incursioné en un programa donde interpretaba canciones y recitaba, en la CMHW bajo la dirección de René Romero López y la asesoría de Nelo Évora Valdés. Además, comencé a practicar la actuación con un pequeño equipo de compañeros que organizaba el poeta y periodista villaclareño José Sardiñas Lleonart.

¿Algún recuerdo en especial de esos años?

Sí, quiero destacar que tuve la posibilidad de visitar La Habana al ganar un concurso organizado, entre otros, por el locutor José Antonio Alonso, pero mi padre no me permitió quedarme en la capital.

Y entonces ¿qué hace?

Continué, mis labores estudiantiles sin abandonar la activa participación en actividades musicales y artísticas.

Pero ¿Cómo se introduce en la locución?

Mi padre consiguió una grabadora de cinta y, por mi cuenta, grababa, a manera de práctica, los comerciales que recortaba de las revistas, las noticias, las narraciones, etc. Mi interés era tal que obtuve un permiso para comenzar a frecuentar las emisoras de radio con el objetivo de presenciar cómo se realizaban los programas. Pude contar con la valiosa ayuda del compañero Adán Ross Pich, experimentado radiodifusor quien incluso me enseñó a manipular el equipo para grabar. Le debo mucho a su experiencia y a su bondad.

¿En ese momento tiene preferencia por alguna emisora en especial, porque Santa Clara se distingue por la tenencia de este medio de difusión?

Frecuenté todas las radioemisoras de Santa Clara con el propósito de, algún día, poder sentarme ante un micrófono. Comencé a realizar guiones para programas musicales e informativos y en unión de otros jóvenes se nos autorizó a integrar un equipo juvenil que tendría la responsabilidad de realizar un programa musical y de comentarios relacionados con el ámbito escolar-estudiantil, llamado The Top Music.

Entre otros, participábamos Raúl Rodríguez, hoy director de fotografía del ICAIC; Teresita Calderón, hoy especialista en Ortopedia; Sergio Ruiz Perera, periodista; Angelito Ramos, especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores; Wilfredo Sánchez, presidente de telefonía Antillana S. A., TELAM; la actriz Eslinda Núñez; Carlos Machado y Santiago Villafuerte, también trabajador del ICAIC, entre otros . Participé en programas en Radio Teatro Cloris, Radio Comercial y la cadena Radiotiempo.

Pero, le vuelvo a preguntar ¿Y la locución, cuando llega?

Lo primero fue iniciarme en la práctica de la animación de espectáculos artísticos en teatros, en compañía de locutores ya experimentados como Danilo Castellanos y Nelo Évora.

Conozco que a finales de la década del 50 existe un fuerte movimiento revolucionario en la radio y otras instituciones culturales villaclareñas. ¿Cómo lo aprecia?

Tuve la posibilidad de relacionarme con jóvenes revolucionarios y ofrecer mi modesta colaboración en el empeño en que toda la juventud se hallaba comprometida. No puedo dejar de recordar a David Guadarrama, Osvaldo Herrera, Fernando Echenique, Raúl Otero Márquez, Ángel Ramos, Jesús Suárez, José Fuertes Jiménez, Carmen Fernández Juanez, Roberto Toscano, Oscar Valladares, Luciano Nieves y Raúl Nieves Mestre, entre muchos otros, con quienes compartí, después, algunos de los mejores momentos de nuestras vidas en la asociación de Jóvenes Rebeldes.

Y respecto a otras especialidades como la lectura de noticias.

Al triunfo de la Revolución se nos encomendó a Wilfredo Sánchez y a mí que asumiéramos la locución de un espacio informativo, muy combativo, que dirigía el compañero Juan Mir Febles, destacada personalidad de la vida política y militante del Partido Socialista Popular. También asumí la responsabilidad de entrevistar a importantes figuras de la Revolución.

Comente un poco esta experiencia, me imagino que inolvidable para usted.

Jamás podré olvidarla. Imagine que estas encomiendas las recibí como premios a mi osadía pues, sin conocer prácticamente nada de la radio, tuve el atrevimiento de dirigirme a los comandantes Faure Chomón y Ernesto Guevara. Además, qué honor participar en un espacio informativo dirigido por Juan Mir Febles y poder entrevistar a ese insigne militante comunista que fue el Dr. Gaspar Jorge García Galló, quien luego fuera mi profesor en la Escuela Normal para Maestros de Santa Clara.

¿Cuándo y por qué llega a la capital del país?

Tras el triunfo de la Revolución, mi familia se trasladó para residir en La Habana. Empecé a practicar la locución en Radiohora 1060, que radicaba en el edificio del Retiro Odontológico y donde se utilizaban sólo voces femeninas, actividad que simultaneaba con los estudios en la Escuela de Periodismo. En Radiohora tuve la satisfacción de conocer a ya destacadas locutoras y actrices como Marta Velasco, Maruja García, Hilda Saavedra, Dulce María Corbelle, Elodia Riovega, Nelly Barral y Georgina Almanza.

Conozco que también usted comienza en Radio Habana Cuba. ¿Desde cuándo su voz identifica a la emisora internacional?

El 1ro de mayo de 1961, Radio Habana Cuba inicia sus transmisiones para Norte, Centro y Suramérica y el área del Caribe, con las voces de Bellita Borges, excelente locutora exclusiva de firmas comerciales, y Fernando Alcorta. A los pocos meses fui solicitada para realizar una prueba de locución en dicha emisora y me aceptaron. Al enfermar Bellita Borges me asignaron los espacios informativos que ella realizaba y, a su muerte, en 1968, mi voz pasó a identificar la emisora, algo que se ha mantenido hasta hoy. Siento un orgullo indescriptible cuando la escucho y recuerdo que fue Radio Habana mi gran escuela desde el punto de vista periodístico, así como locutora y revolucionaria.

Pero además de Radio Habana Cuba (RHC), usted se desempeña en otras importantes emisoras y también participa en la animación de espectáculos. Hábleme de esto.

Durante mi desempeño en RHC (y en mi tiempo libre) me di a la tarea de frecuentar otras emisoras con el objetivo de aprender las diversas facetas de esta profesión. Tuve el placer de ser dirigida por alguien de quien mucho aprendí: Sol Pinelli, una de las más importantes figuras del arte y la cultura de nuestro país. Además, colaboré de manera voluntaria con los distintos ministerios e instituciones del país que solicitaran mi presencia, así como en la presentación de espectáculos artístico-culturales organizados por el periodista Ramón Fajardo y Hugo Oslé, tenor y director artístico, en coordinación con el Dr. Eusebio Leal, historiador de la ciudad; también con la Opera Nacional, el Teatro Lírico y las casas de Cultura de diferentes municipios, así como salas de teatro, con el fin de homenajear a relevantes figuras del arte lírico y popular.

Su voz se hace visible también en el cine.


Bajo la dirección de Santiago Álvarez emprendí el aprendizaje de la locución de documentales. A él debo mi participación en la narración de los recorridos del Comandante en Jefe Fidel Castro por distintos países, así como en El cielo fue tomado por asalto y otros, dedicados a la vida de la luchadora afronorteamericana Ángela Davis o relacionados con la guerra en Viet Nam o con la vida y obra de Ho Chi Min.

¿Y en la televisión, cuál es su desempeño?

Para la televisión colaboré junto al maestro de locutores Ángel Hernández, durante 10 años, en la realización de Este día, sin recibir pago alguno desde su creación, en la década de los 80 hasta los 90 del pasado siglo. Después de la muerte de Ángel Hernández, continué en este espacio de la televisión con Ángel Ferrera, otro valioso locutor de Radio Habana Cuba. Colaboré con Entre nosotros, que dirigió Raisa White y también con Colorama. Durante años he participado en la realización de promociones y documentales.

Y ahora que habla de promociones, creo haber escuchado su voz allá por los primeros años de la década del 60, en este tipo de trabajo. ¿Puede ser?

Sí. Volviendo a los 60, diré que en el 1963 se creó el departamento denominado Intercomunicaciones, para la grabación de promociones y menciones de radio y televisión, bajo la dirección de Miguel Comellas. Fuimos seleccionados: Manolo Ortega, Ángel Hernández, Fernando Alcorta, Antonio Pera y yo.

Fue así como comenzamos a hacer la propaganda para los medios radial y televisivo. Continué, pues, con mi colaboración que ya incluía conferencias audio-visuales sobre temas tan diversos como la zafra azucarera o la vacunación anti-polio, así como grabaciones de uso interno relacionadas con los viajes del Comandante en Jefe o conferencias destinadas a distintas dependencias del estado. Allí colaboré con los compañeros María Cabanas, Orlando Báez, Emilio Izquierdo, Nelson Matos, Luis Feliz y Frank Villalonga, entre otros tantos.

Y ahora continúa en el trabajo de promociones y menciones.

Con Mundo Latino, una dependencia del Consejo de Estado, me he mantenido cooperando, tanto en promociones, como en la realización de documentales bajo la dirección de Omelio Borroto (hijo) y la asesoría de su padre del mismo nombre, viceministro de la Agricultura. También, bajo la dirección de los compañeros Borroto y Orlando Báez, participé en la narración del serial Hombres de la Guerrilla, en recordación del comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros caídos en Bolivia. Han sido 45 años de colaboración voluntaria.

¿Y la televisión la utiliza en trabajos similares?

En 1998 fui solicitada por Alfredo Calderón del ICRT, para la realización de documentales relacionados con la remodelación y ampliación de los aeropuertos Internacional José Martí, Juan Gualberto Gómez y Máximo Gómez; así como los nuevos aeropuertos de Cayo Coco y Jardines del Rey, con guiones del comandante Rogelio Acevedo. También colaboré con las tele-clases de Universidad para todos, en el Canal Educativo 2.

Y además de la televisión ¿Con quiénes trabaja en similares actividades?

En el año 2000 volví a colaborar con Ramón Fajardo en la realización de programas para Habana Radio y, de nuevo con Mundo Latino, en documentales referidos a la flora y fauna de Cuba y a la cría de tortugas, así como al primer encuentro de sindicalistas Brasil-Cuba. He colaborado con el compañero José Antonio Roche en promociones y otras actividades para la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA). Debo aclarar que se trata de tareas que he realizado y sigo realizando a manera de trabajo voluntario, desempeñándolas en mi tiempo libre y a cualquier hora del día o de la noche, sin que por ello se vean afectadas las labores en mi centro de trabajo.

Precisamente le iba a recordar que no me ha dicho nada de Radio Progreso, emisora a la que se incorpora, sin abandonar a Radio Habana Cuba.

A Radio Progreso la considero mi casa. Allí se ha desarrollado sistemáticamente mi trabajo durante más de 30 años. He realizado múltiples programas, entre ellos, noticieros y revistas informativas, programas musicales y transmisiones en vivo.

Entre todos los reconocimientos que recibe en su fructífera vida artística ¿cuáles considera los más importantes?

Las mayores distinciones o reconocimientos han sido el cariño de mis compañeros de trabajo y de la radioaudiencia nacional e internacional. La posibilidad que esta profesión me ha brindado de ser dirigida por Juan Mir Febles, importante figura política de mi país, quien confiara en mí cuando, aún adolescente, no sabía nada de radio; por Sol Pinelli, gloria de nuestra cultura, y por Orlando Castellanos y Juan Hernández, entre otros.

Tener el privilegio de conocer y establecer comunicación con importantes figuras de la política, el arte, la cultura y las ciencias, entre ellas Ernesto Che Guevara, Faure Chomón, el doctor Sergio del Valle, o artistas de la talla de Rosita Fornés, Elena Burke, Omara Portuondo y Moraima Secada.

Considero una distinción el haber representado a Cuba en el exterior y haber sido seleccionada para integrar los tribunales nacionales de evaluación artística desde su creación por el Dr. Armando Hart Dávalos, entonces ministro de Cultura; haber participado en los Encuentros de Literatura y Lingüística junto a los especialistas, doctores Vitelio Ruiz y Eloína Miyares. Y el Gran Premio: haber podido contribuir, sin abandonar mis compromisos laborales, a la educación y formación de mis hijos, Amor y Omar, como buenos profesionales y seres humanos útiles a la sociedad.

A estos reconocimientos se agregan otros, que reafirman los valores personales y artísticos, que con su talento y dedicación la convierten por siempre en «Un rostro que se escucha».

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