César Pupy Pedroso

César Pupy Pedroso

Por: Rafael Lam.

En esta tarde de domingo, día 17 del mes de julio, mientras escuchaba un disco de antaño de Los Van Van, sobre las 2 y 30 de la tarde, me llega la llamada de la muerte de César Pedroso, Pupy.

El pianista había nacido el 24 de septiembre de 1946, le faltaba poco para llegar a los 76, Formell era de 1942, cuatro años mayor.

Aprovecho esta despedida a uno de los grandes de Los Van Van y de la música cubana, para revelar algunos secretos que Pupy me ofreció de su estancia en Los Van Van. Algunas de estas declaraciones me las hizo para el libro de Juan Formell y Los Van Van. La Leyenda. Pupy tuvo la atención de visitar mi casa, aquí en El Vedado para tener tiempo de hablarlo de todo.

Pupy ¿cuéntame acerca de la técnica musical de Juan Formell?

El problema reside en el hecho de que Juan Formell estaba muy adelantado a su tiempo y, la música que hacía, desde el inicio, era muy de ruptura, quería romper con todo; al extremo de que cambió hasta el tiempo fuerte de la tradición musical charanguera.

Pero, desde la llegada de Formell a La Revé, tú lo dejaste hacer, a pesar de que ya estabas atendiendo la dirección musical

Pero, resulta que yo siempre fui muy respetuoso, él era cuatro años mayor que yo y, noté que Formell venía con una nueva onda, una nueva concepción musical y, lo dejé hacer. El siempre fue líder.

¿Incluso, cuando Formell conforma Los Van Van, decidiste dejar la banda?

Yo le dije a Formell que abandonaba el barco, que no estaba para esas revoluciones musicales. Pero él me dijo; «Coño Pupy, me vas a abandonar ahora cuando más te necesito», y me concientizó una vez más. El siempre me convencía.

Durante mucho tiempo, ya en los finales del siglo XX, querías hacer tu propia banda?

Te cuento, en la década de 1990, en el llamado “período especial”; cuando estallaba el boom de la salsa o la timba con NG La Banda, yo quise dejar Los Van Van para hacer lo mío y el me dijo: «Pupy, ahora se va a despenalizar el dólar, vienen nuevos tiempos» y me volvió a convencer.

¿Y, cuándo es que ya das por finalizado el contrato con Los Van Van?

Ya en el 2000 Pedrito tenía la idea de hacer lo suyo y, entonces, me dedico ya a hacer mi propia banda “Los que son son”.

¿De la primera etapa de Los Van Van me hablas de la estancia de José Luis Cortés en Los Van Van, creo que me dijiste que José Luis, en buena medida, salvó a Los Van Van de una gira fallida por Europa?

En la década de 1970 el público europeo no estaba acostumbrado a ninguna nueva música cubana, se mantenía el sonido tradicional de bandas como Lecuona Cuban Boys, Azpiazu, Moisés Simons y otros. Entonces no aceptaban otras músicas que las ya conocidas. Pero, José Luis, que es un genio sublime, cogió aquello y empezó a hacer arreglos más cubanos y, tomó un tema hispano del pop español que se titula el ʺPao pao (La orquesta lo anunció con el título de “Cuéntame”. Eso fue obra de José Luis Cortés. A él le debemos mucho en la orquesta, aunque nunca se dijo totalmente y, José Luis se molestó por eso.

¿Qué opinión tú tienes de José Luis Cortés?

El es un músico de tres pares… Así mismo te lo digo y lo puedes decir así mismo, esa es la verdad.

¿Cómo fueron tus primeros tiempos junto a Juan Formell?

Antes de conocer a Formell yo también estuve tocando por los cabaretuchos de la Playa de Marianao, la chaucha (la comida) no estaba fácil. Formell tuvo que echarse un contrabajo al hombro y luchar por la comida. 

¿Y, en la etapa de La Revé, en 1967?

En esa etapa se estaban cerrando los centros nocturnos, no estaban para fiesta y, tuvimos que irnos para la zafra de los 70. Nos montamos en guaguas (ómnibus) destartalados, dormíamos en campamentos con baños al aire libre; aquello era la tremenda. Pero, eran los tiempos de nuestra juventud, es esa etapa en que todo es “musical”, nada pesa, son los tiempos de las ilusiones.

¿Sería difícil contar las horas de carretera, de vuelo, de hoteles, de bailes populares, de giras enormes?

Nunca una orquesta se ha decidido a hacer esas cuentas, por lo general los músicos solamente nos ocupamos por tocar, y otros hacen la historia. Decía Johnny Pacheco (rey de la Fania) que los músicos son como niños que no saben hacer nada más que tocar musica y que hay que decirnos todo lo que tenemos que hacer: A qué hora comemos, a qué hora nos vamos, a qué hora comemos. (risas). A veces no consideramos como debiéramos a quienes nos atienden, a quienes escriben sobre nosotros; pensamos que nos merecemos todo y, eso es una equivocación.

¿Hablamos de la primera etapa de Los Van Van?

Pasamos por muchas dificultades, no todo fue a pedir de boca, casi siempre la música bailable ha sido muy desconsiderada por muchos pseudointelectuales. Los Van Van pasaron penalidades, hasta tuvimos que pedirle equipos de sonido a Raúl Pastora, el director de Los Dada, Te digo ahora que un dirigente, como Julio Bidopia, que todavía vive, ayudó mucho a la orquesta, él tuvo luz larga y nos mandó a viajar a Japón que, en aquel entonces, en 1970, era como ir a la luna. Formell siempre le agradeció eso a Bidopia.

¿Creo que, a la larga, la experiencia fue muy saludable para ti?

Tengo que reconocer que Juan Formell, con Los Van Van, me lo dio todo, conocimos el mundo. También yo puse mi aporte a esta experiencia inolvidable.

Esta fue la última conversación con César Pedroso, el pianista de Los Van Van, el hijo de Nené. En su última etapa disfrutó las bondades de ser director de su propia orquesta y de ser de los pocos que ya quedaban de la vieja guardia del boom de la salsa y la timba.

Pupy, hay que reconocerlo: era de los más amables músicos de Los Van Van y de Cuba. No tenía ínfulas, no se creía cosas, era sencillo, muy comedido y educado. Recibió de Formell esa manera de ser: calmado y caballeroso. En la última conversación con Pupy, en el jardín del Hotel Nacional de Cuba, me hizo saber que quería hacer un libro con todas las experiencias vividas con Los Van Van, le interesó contar con mi apoyo, a través de la Editorial José Martí, para emprender esa experiencia. El proyecto no pudo realizarse, en alguna medida he tratado de plasmar lo que puedo de esas experiencias de vida de Pupy. Lamento no poder haberlo visto trabajar fuera de Cuba, en aquellos conciertos multitudinarios, pero aquí estamos, haciendo el cuento de la mejor manera posible. Seguramente Pupy seguirá con su música… allá cerca de Juan Formell, El Lele, El Yulo, José Luis Cortés, Israel Sardiñas, Mayito Valdés y demás… pero ahora solo nos queda recordarlo como lo que era, un músico fuera de serie:

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