Folklor en el Martí

Folklor en el Martí

Este fin de semana el sexagenario Conjunto Folklórico Nacional de Cuba subió a las tablas del habanero Teatro Martí. Fundada en mayo de 1962 la compañía ha cumplido, desde sus inicios, con el propósito de contribuir a la revitalización de las tradiciones danzarias y musicales de la Isla, debiendo seleccionar aquellas de mayor valor artístico para organizarlas de acuerdo con las más modernas exigencias escénicas, aunque sin traicionar su esencia popular.

A más de seis décadas, ha desarrollado un estilo de arte folclórico-teatral de gran efectividad estética, que refleja las diversas tradiciones culturales cubanas, tanto de origen europeo (hispánicas o francesas) como de antecedentes africanos (yorubá, congo, carabalí, arará), así como las llegadas a Cuba de otras islas caribeñas.

A lo largo de estos años sus artistas se han convertido en embajadores de la cubanía raigal en algunos de los más importantes escenarios y ante los públicos más diversos de Europa, África, Asia y las Américas.

Entre los más importantes premios obtenidos destacan los siguientes:

Tonel de Oro, Dijon, Francia 1975

Collar de plata, Dijon Francia, 1975

Templo de oro, Agrigento, Italia 1988

Premio del Barrio 2019

Premio Excelencia de las Artes 2020

Con el paso del tiempo cinco han sido los Premios Nacionales de Danza obtenidos por sus artistas: Rogelio Martínez Furé (2002), Zenaida Armenteros (2007), Silvina Fabars (2014), Manolo Micler (2017) y Johanne García (2020).

El programa que se presentó en esta ocasión tiene por título Tradición. Viajar en el tiempo, y estuvo dedicado a Rogelio Martínez Furé, uno de los pilares de la compañía y de la cultura cubana.

Marcada por la mirada de jóvenes coreógrafos, la propuesta escénica puso a disposición del público sus diferentes sensibilidades estéticas, mostrando mucho de la riqueza de la cultura músico-danzaria de todos los tiempos, desde los códigos actuales que dialogan en esta oportunidad y recrean el arte popular sin romper con el propósito de teatralizar las expresiones más auténticas de la cultura popular y tradicional cubana desde la música y la danza.

El recorrido que subió a la escena del emblemático Teatro de las cien puertas, demostró la continuidad del quehacer de la compañía cubana más antigua e importante entre las comprometidas con el tratamiento a los elementos culturales que conforman la identidad nacional.

Como novedad, en esta oportunidad, destacó la presencia de dos importantes jazzistas cubanos, quienes desde sus perspectivas y los instrumentos que ejecutan sellaron el diálogo entre tradición y modernidad que se suscita en este espectáculo: Alejandro Falcón (piano) y Rodrigo Sosa (quena).

Ambos instrumentistas han alcanzado lugares cimeros en el panorama musical cubano más contemporáneo y se sumaron para ejecutar dos de las composiciones de Falcón contenidas en su disco Mi Monte Espiritual (ʺObba Meyiʺ y ʺVals para Oshúnʺ).

De igual forma, Tradición. Viajar en el tiempo, llevó a la escena a la bailarina alemana Julia Von Oy, en el protagónico de Julián, cubanísima columbia creada como denuncia contra la violencia hacia mujeres y niñas.

El programa se integró también con un fragmento de Bara, una mirada más contemporánea a los bailes tradicionales de salón expresadas en géneros como la contradanza, la danza y el danzonete, que abrieron paso a Soneando y Echa pa’ca la Rumba.

Para cerrar cada noche se escogieron dos obras firmadas por el sabio Martínez Furé tituladas Pregones y Comparsa de negros Curros.

Con información tomada de Cubarte

Danza