Fiestas tradicionales alfareras en El Cano

 

Conversatorios, conciertos de música popular y campesina, espectáculos para los niños y reconocimientos a familias portadoras de la tradición ceramista, entre otras muchas actividades incluidas en el programa, se realizarán entre el 8 y el 10 de septiembre como parte de las Fiestas tradicionales alfareras que se realizarán en El Cano, en ocasión de los 300 años de la fundación de esa barriada capitalina perteneciente al municipio de La Lisa.

La festividad comenzó el viernes, a las 8:00 a.m., con el toque de la diana mambisa interpretada desde diferentes puntos del poblado; seguido de un conversatorio con la metodóloga Carmen Soto, con alumnos de la escuela primaria Clara Rivero, nombre que evoca a la mambisa que vivió en esa zona; hacia cuyo panteón, en el cementerio de la localidad, y al sitio donde estuvo enclavada su vivienda, respectivamente, también se efectuará una peregrinación.

En la jornada de la tarde, en la Casa de Cultura, se inauguró la exposición Alfareros 2023; y entre las 4.00 y las 6.00 p.m. se realizaron descargas musicales con talentos del territorio, segmento que continuó con un concierto de la orquesta Clave de Sol en la plazoleta del parque.

Al siguiente día, la mañana estará dedicada a los niños, con juegos de participación en el parque; además del espectáculo Risas y travesuras, con la conducción de Lisandra Alfonso y la presentación de payasos y La Colmenita de La Lisa; y la premiación del concurso de literatura infantil Conociendo mi comunidad, por especialistas de la Casa de Cultura. En horas de la tarde en la iglesia se desarrollará un coloquio sobre la fundación de El Cano, con la conducción de Esteban Vila. Entre las 5:00 y las 6:00 p.m. en esa misma parroquia tendrá lugar una misa solemne dedicada a los alfareros; y posteriormente, en las áreas exteriores está prevista la Fiesta con los alfareros, con la actuación del grupo Baile Cuba, Lidia Margarita, José Valladares y el humorista JJ. En horas de la noche habrá bailables con orquestas invitadas.

El domingo 10 igualmente se disfrutará de los juegos de participación infantil en el parque, seguido de una fiesta infantil por los 300 de El Cano, con payasos y el proyecto Cuba conquistando sueños. En la sesión vespertina se efectuarán juegos tradicionales de participación para adultos; y seguidamente está anunciado el espectáculo Danzando en mi comunidad, con los proyectos Venga la esperanza y Alas, respectivamente. Por el carácter semi-rural del barrio y el arraigo de la música campesina allí, a las 4.00 p.m. en el Liceo habrá descargas de tonadas y décimas, con la conducción de Leonel José Pérez y el invitado Sergio Reyes. A partir de las 8.00 p.m. volverán los bailables.
La primera información sobre el territorio donde hoy existe El Cano data del 10 de mayo de 1587. Dado el origen de sus primeros pobladores, las casas debieron ser bastante pobres, confeccionadas con materiales rudimentarios tales como madera, guano, yagua y barro (tejas de barro).

El asentamiento hacia 1840 de familias españolas fue decisivo para la evolución de la alfarería de este pueblo, en cuyos alrededores, conocedores del arte del barro cocido se dieron rápidamente a la tarea de fundar tejares, aprovechando la abundancia de materia prima de excelente calidad en las fincas aledañas.

A los obreros y propietarios de los talleres, quienes solían reunirse en la Bodega de los tejaleros, se les ocurrió la idea de organizar una festividad en ocasión del centenario de la alfarería en El Cano, iniciándose esta primera fiesta con la bendición a todos los tejares del pueblo por el párroco Manuel Rodríguez Rosas.

Esto generó una expresión festiva a partir de 1945, que comenzó a celebrarse bajo el nombre de la Fiesta del Alfarero, dada la preponderancia de esta labor en la economía del pueblo. Durante los siguientes años se decide continuar la fiesta, celebrándose siempre los tres últimos días de la segunda semana de septiembre, desde el viernes se comenzaba a adornar el pueblo. Cada tejar elegía una reina para que recaudara fondos con la venta de papeletas de entradas para el baile, y que vendiera además artículos de barro, la que lograra vender mayor cantidad era coronada como la Miss Industria y Comercio.

Asimismo se contrataban orquestas habaneras de gran popularidad. El primero y tercer día se realizaban actividades recreativas y de destrezas donde sobresalían: el palo encebado, carreras de saco, carreras de bicicletas, el comilón de harina, el comilón de merengues, la captura del gato y guateque campesino entre otros que trascendieron por bastante tiempo, como es el caso del banquete de los alfareros que se celebraba los sábados en los propios tejares, realizándose ese mismo día en la noche un baile de salón en el Círculo Social.

La sistematicidad de las fiestas no se ha podido determinar pues no se sabe si fueron creadas para realizarse todos los años, o si, sencillamente su éxito fue quien hizo que perduraran. El contenido de estas en el período seudo republicano respondía a intereses lucrativos, por esto vemos a los dueños de los tejares como sus principales patrocinadores, aportando parte del presupuesto necesario y sufragando los gastos promociónales de la prensa y la radio.

Otro elemento que sostuvo la celebración de las fiestas lo fue el surgimiento de las organizaciones sindicales alfareras, donde exigían sus derechos, aunque los objetivos no eran precisos, por tanto, los organizadores de las festividades vieron en ellas un modo de eliminar fricciones laborales y contentar a los trabajadores.

Las fiestas alfareras después del triunfo de la Revolución, se celebraron hasta 1965, desconociéndose las causas de su interrupción. Después de la constitución de los órganos del Poder Popular se reinician en 1977, bajo la dirección del gobierno del territorio que le da la tarea a la dirección municipal de Cultura con el apoyo de organismos y organizaciones políticas y de masas.

Por: Jorge Rivas en el Periódico Cubarte